Cuándo y cómo plantar vainilla
Lógicamente hablamos del hemisferio Norte, que es al que corresponde México. Primero hay que preparado el terreno del mejor modo posible, con las herramientas o maquinaria de las que se disponga. Se harán las plantaciones en la luna menguante de marzo o julio (o los equivalentes en el hemisferio sur), que según la opinión de los cultivadores, son los meses más á propósito. Se empezará por abrir una zanja al pie de cada árbol. Los arboles tendrán, si es en monte virgen, de cuatro metros para arriba, dejando los más chicos hasta que crezcan lo suficiente, que será de tres metros a tres y media, por criarse más robustos que los anteriores. Si es en terrenos cultivados, puede hacerse la plantación cuando los árboles tengan de dos a tres metros; porque como no tienen cosa que les estorbe, crecen pronto.
Las zanjas empezarán desde una cuarta o una tercia del árbol, en línea recta a su pie, teniendo cuatro dedos de ancho y otros tantos de profundidad: en seguida se cogen los bejucos, cortados en pedazos de un metro o cinco cuartas, y lo menos con tres botones sin reventar, para que de ellos salgan los retoños; se cortarán las hojas de los dos nudos inferiores y se pone esa parte en cada zanja, tapándola con la tierra que se sacó de ella, bien desmenuzada, de modo que queden cubiertos los bejucos un poco más de lo que ocupen los dos nudos, echando encima una poca de basurita de la que hay en el suelo.
La parte que quede fuera de la tierra, se alzará al pie del árbol, amarrándose á éste con dos pedazos de bejucos delgados que abundan bastante en los montes, ó de otra materia cualquiera. Concluida la plantación, á los seis meses, se cortarán las malezas, ó cuando menos se abrirán veredas, y amarrarán á los árboles los retoños que no hayan tomado buena dirección, desviándose de ellos: se plantarán bejucos en los que hayan crecido, lo que he expresado arriba, y se repondrán algunos que pueden haberse secado
Esto mismo se continuará haciendo cada seis meses, hasta que el vainilla comience a dar vainilla, que es á los tres años; de aquí en adelante se cortan las malezas una vez al año, cuando se va a recoger el fruto, haciendo veredas en el intermedio, a los seis meses, para ir alzando las guías que cuelguen por haberse se¬ parado del árbol: se corta una parte del ramaje de los 22 que puedan dar mucha sombra, y si eso no fuere bastante, se pica alrededor el tronco de algunos que estén sin bejuco, para que se sequen
Esto es el uso común de plantar los vainillales, entre los cultivadores más aventajados. Aunque hay muchos que no ponen más de un bejuco á cada árbol soy de opinión que sean dos; porque no se estorban cosa notable uno de otro, particularmente desde que pierden el pie, porque las muchas fibras que nacen de ellos se extienden bastante en la circunferencia del árbol dando más fruto que si se plantara uno solo; y finalmente, porque si alguno de ellos se pierde, queda el otro. También parece mejor que las zanjitas tengan una cuarta de ancho, en lugar de cuatro dedos, porque facilitaría al bejuco extender sus raíces con más libertad, y si en lugar de poner los dos en una zanjita, se abriesen dos de éstas, una á cada lado del árbol, y en cada una se pusiese un bejuco, resultaría, á mi juicio, un bien; pues aunque es cierto que después que pierden el pie, no se estorban, no lo es menos que hasta que llega ese tiempo se desarrollan más vigorosamente que estando juntos.