Tópicos Barrocos
Los ejemplos podrían ser casi los mismos que los del Renacimiento, la visión del mundo cambia, pero los tópicos y temas y estilo de una época deben mucho a la otra. En efecto, son dos épocas artísticas y culturales que están muy ligadas, aunque en muchos aspectos a veces parezcan completamente opuestas. Y la razón principal es que se produce un cambio histórico, político y social, aunque de fondo los referentes culturales de los dos periodos son en gran medida -no enteramente- los mismos.
El Barroco es más creador que el Romanticismo, peor, en esencia, ambos movimientos se alimentan de la tradición grecolatina y del prerrenacimiento. Por tanto, podríamos elaborar este listado con los principales tópicos del Barroca:
Principales ejemplos de tópicos del Barroco
El mundo como teatro y representación
Esta vida terrenal es un simulacro sin consistencia donde cada un interpreta un papel. La verdadera vida eterna pondrá a cada uno en su sitio de acuerdo a cuáles hayan sido sus verdaderos méritos. Es decir, según haya representado su verdadero papel como alma que aspira a la vida eterna. Los valores materiales (dinero, poder placeres sensoriales) son secundarios y engañan al hombre, lo distraen de su verdadero objetivo: la salvación. Solo los que no se dejan arrastrar por ese teatro superficial y se dedican a lleva runa vida digna de reflexión y vivencia cristiana actúan correctamente.
Recuerda que vas a morir. Una vez más, se trata de una llamada de atención para concentrarse en lo que importa: lo espiritual frente a lo material; un comportamiento moralmente digno frente a los que malgastan sus días persiguiendo vanos objetivos.Puesto que la muerte acabará con todas esas cosas sin valor que en esta existencia terrenal tanto llaman la atención de los seres humanos equivocados, lo que hay que hacer es seguir un código de conducta que nos prepare convenientemente para merecernos la inmortalidad.
Como vemos, todos los tópicos están muy relacionados entre sí y marcados por la cosmovisión negativa del Barroco.
