Poema de amor a Laura
Luis Carrillo y Sotomayor
Al cuidado de la memoria del amor
Mientras que bebe el regalado aliento
de tu divina boca, ¡oh Laura mía!;
mientras asiste al sol que roba al día,
por más hermosa luz, luz y contento,
tu dueño; o ya repose -¡oh blando asiento!-
su cuello en ése que a la nieve fría
prestar color, prestar beldad podría,
¡vuelve, sino la vista al pensamiento!
¡Ay, si acaso, ay de mí, lucha amorosa
la lengua oprime! ¡Oh bien dichoso amante,
si no más, si oprimiere desdeñosa!
No olvides a tu ausente, a tu constante:
que es ave el pensamiento, ¡oh Laura hermosa!
y llegará a tu Fabio en un instante.